Adaptarse y transformarse. Son los dos términos que más se escuchan cuando se consulta a los propietarios de librerías independientes sobre el rumbo que han de seguir estos puntos de venta para poder competir en una sociedad instalada ya en el paradigma digital. Un ecosistema donde las grandes distribuidoras han logrado imponer a través de Internet, y en las grandes superficies, unas nuevas reglas de juego en la compra de libros, reglas en las que las librerías se enfrentan en ocasiones a un combate semejante al de David y Goliat. Sin embargo, muchas de estas librerías han avanzado en la idea de convertirlas en lo que Nacho Larraz, presidente del Gremi de Llibrers de València y propietario de la librería El Cresol, define como “espacios de encuentro entre el libro y el lector”.
Article de Salvador Enguix per a La Vanguardia
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Foto: Activitat en Detroit Llibres